domingo, 4 de octubre de 2009

* Encinasola en la Visita Pastoral.












I.-Introducción.



La fuente de nuestras investigaciones es el fondo de Visitas Pastorales custodiado en el Archivo General del Arzobispado de Sevilla, serie que se ha visto favorecida con una ya relativamente reciente reordenación, signaturado y reubicación de la documentación enlegajada, labor que realicé como archivera en 1993. El trabajo se completó con la realización de tablas de equivalencia y la incorporación de mucha documentación que estaba por inventariar, que tambien quedó clasificada, inventariada, indizada y lista para ser util a la investigación.

Con todo ello, hoy se puede decir que es uno de los fondos más consultados tanto por la extensión geográfica de la zona que abarca, -la antigua archidiócesis hispalense-, como por la riqueza de sus informes, y el preciosismo de detalles que de sus descripciones fotográficas de edificios, arte y conductas se desprende.

El interés se incrementa al saber que la serie Visitas Pastorales, al estar formada en su mayoría por libros encuadernados en pergamino, no ha permitido la segregación de la documentación, cada vez de un nuevo obispado ha sido creado.

En este estudio solo referiremos los puntos sobre los cuales podemos extraer información de la documentación de Visitas Pastorales a la villa de Encinasola, independientemente de que existen otros temas que la Inspección Pastoral abarca, como las Visitas a los conventos, que están ausentes en el caso que nos ocupa.

II.-La Visita.

La visita es un deber pastoral del obispo y un medio por el cual inspecciona y hace efectiva su presencia en las distintas parroquias de su jurisdicción, dirigiendo y gobernando la vida individual y colectiva de la comunidad de fieles, -clérigos ó laicos-, y realizando también otras funciones que le son propias, tales como impartir el sacramento de la confirmación, dedicación de altares..., con una periodicidad que puede establecerse en cuatro años a partir de la toma de posesión de su sede episcopal.

El prelado podrá delegar en la persona de un ministro o Visitador eclesiástico /. La Iglesia, deja sentir su presencia orgánica, los visitadores informarán al prelado de todo lo que pueda afectar a la Ley de Dios y a sus los proyectos de ponerla en práctica; actuando "con prudenzia, celo y solicitud.". Y además habrán de ir "con el menor gasto y aparato que fuere posible, como se prebiene y manda por el Santo Concilio de Trento...".



Además de las Sinodales y el Concilio de Trento, el visitador habría de llevar consigo el título o despacho, título de notario y de contador, itinerarios de su visita, edicto de pecados públicos, los mandatos de la visita anterior, los títulos de nombramientos, "un libro de bastantes folios en que se apunten las visitas..., otro libro en que se ponga por testimonio con día, mes y año, y testigos, las visitas...". Debiendo poner "especial cuidado en la guarda y custodia de los papeles..." para que "con más eficacia y estimazión se cumpla con el empleo".


Para solemnizar y publicar, la Visita se anuncia con repique de campanas. Comienza convocando al pueblo y clérigos mediante el edicto de convocatoria. El punto de partida son las puertas de la parroquial donde se recibe al visitador con la mayor solemnidad, entonando cantos, responsorios y oraciones. Se predica y explica paternalistamente la finalidad de la Visita, para captar con ello atención y colaboración. Se publican edictos para la recogida de licencias y títulos de los clérigos, para ver capellanías, patrimonios, etc.

Tras la lectura del edicto de pecados públicos se hace la Visita al templo, inspeccionando los altares; se hace la Procesión de Animas, se administran los sacramentos, y se interroga de forma pública y privada, tomándose declaración jurada a algunos sujetos que actuaban como testigos y que habrían de responder a cuestionarios mediante los que se investigaba la vida de clérigos y laicos, su moralidad y cumplimiento de deberes. / Estas "personas de informe" suelen ser personas relevantes cuya opinión se considera como fiable, en Encinasola sabemos que en 1730 son, entre los eclesiásticos, el vicario, cura y beneficiado D. Toribio de los Casares y Cosgaya y D. Francisco de Cárdenas, presbítero de seculares; Juan Vázquez Boza, alcalde ordinario más antíguo y Lucas Rodríguez, mayordomo de Animas.

Se reconoce todo el ajuar parroquial, reliquias, bulas, tallas, lienzos, vestidos de imágenes, mantos, paños, cálices, alhajas, muebles y todos los ornamentos para el culto.

Singular interés adquieren ciertos puntos dentro de la Visita Pastoral, cobrando sabor especial los informes sobre escándalos y pecados públicos, los escrutinios de eclesiásticos, los informes sobre las personas principales, el pueblo llano, el personal de la fábrica de la iglesia...



La forma en que comienzan las Visitas Pastorales podemos verla reflejada en el texto que leeremos seguidamente, lo extraemos de la realizada a la Parroquia de San Andrés Apóstol el año de 1703.

"Señor, en prosecución de mi Visita, passé de la Uilla de Cumbres de San Bartolomé a la de Encinasola, miércoles 25 de abril de este presente año, por la tarde; y el domingo 29 de dicho mes, auiendo celebrado en su iglesia parroquial y leídose el edicto de pecados públicos, di principio a su Visita en la forma ordinaria.

Y auiendo auierto el sagrario del altar maior hallé estar dorado por dentro y fuera, y tener su puertezilla geroglífico de la Eucharistía; contiene, sobre capaz, ara y buenos corporales, tres relicarios, el maior de ellos que sirue para lleuar en público a Su Magestad a los enfermos, contenía forma maior y número correspondiente de menores según el fín para que es este vaso, está dorado por dentro solamente, es de mediana capacidad y de bastante pie, todo él liso y sin lauor.

Los otros dos, el maior y más pequeño que el antecedente, es de la misma forma y hechura, y sirue para dar la comunión en la yglesia, y para ello le hallé vien preuenido de formas. / El otro es relicario pectoral, llano, dorado por dentro y contenía algunas formas por seruir para lleuar a Su Magestad de secreto dentro de vna bolsa de tela con sus cordones Todos tres vasos se purifican con cuidado y renueuan a bastante tiempo.

De aí, passé a un sagrario antíguo que está al lado del Evangelio del altar maior, que es mui grande, y de sus puertas adentro contiene vn nicho mui capaz assí mesmo con sus puertas dadas de colores por dentro y fuera y está forrado en tafetán morado con una cortina de lo mesmo; aquí hallé guardarse los tres vasos de los santos óleos cuia hechura es la regular, siendo de plata lisa su materia y están vnidos los dos de ellos; y de por sí el infirmorum. Todos tres se han dorado, poco ha, por la parte interior con sus chapas y punteros; hallelos a todos tres con el óleo que les corresponde, que mandé consumir excepto el infirmorun, por ser de los óleos antíguos, y no auer traído todauía los nueuos, y previne al cura cerca de esto lo que deuía executar en adelante.

De aquí passé a la capilla baptismal a visitar su pila, que hallé ser de piedra mármol blanca y bastante capaz como su pileta, que assí mismo es de mármol, su tapa está forrada por la parte de afuera en tafetán doble encarnado con caida y fleco que todo defiende un guardapoluo con caida de badana colorada; y tiene toda la clausura y decencia necessaria.

Reconocí luego los libros de baptismos y velaciones y se hizo la processión de difuntos en la forma ordinaria.

Reconocí los altares, y hallé tener todos aras y los lienzos necessarios, tienen retablos, quatro altares de seis que son -los dos de ellos- están dorados; y no lo están, el de el altar maior, que solo tiene dorados y estofados dos Angeles a los lados del Sagrario.

La yglesia consta de tres naues de bóueda, es mui dilastada y capaz, con proporción, y no corresponde a su gran dilatación la sachristía, que es sumamente corta y estrecha, ni se reconoze capacidad para hazerla maior sin gran deformidad de la misma yglesia; y además tiene poca seguridad por poderse subir, aun sin escala, desde afuera hasta la misma puerta de la sachristía por la parte que mira a la calle. A cuia causa, mandé que por aquella parte se le hiziesse nueua puerta y de la maior seguridad.

De reparo maior no necessita esta yglesia excepto cubrirse quatro arcos de las ventanas de la torre, auiéndose cubierto en el tiempo de esta Visita los otros quatro; y para esso están algunos vezinos de los prinzipales en fomentar a los demás y aiudar a que se cubran, para que en el ínterin que los tiempos y medios dan lugar a que se cubran del todo, haciéndola chapitel, no padezcan el campanario y campanas perjuicio alguno...".



Mandatos.-

Las visitas concluyen con una serie de "mandatos", instrumentos de control y dirección de la diócesis que tienen la finalidad de mejorar la vida parroquial y la atención pastoral a los fieles, y velan tambien por la decencia del culto divino materializado en el cuidado de ornamentos y objetos de culto.

Frecuentemente, veremos reincidir en los mismos mandatos o incluso dar parte al prelado del incumplimiento de alguno de ellos, por ejemplo la Visita del año 1698 nos indica que de los mandatos de la Visita anterior, no se han cumplido el nº 26 que mandaba hacer un sumidero en el suelo de la taquilla del baptisterio para las purificaciones; ni el 31, que recomendaba sacar hacia afuera la mesa del altar maior por ser estrecha; el 32, que indicaba se hicieran dos confesonarios; el 34, para aderezar las puertas de la iglesia del lado de la Epístola; ni el 37, "que a la arquilla del Jueues Santo se le ponga encima cruz sobredorada, y se haga a su cerradura llaue de plata sobredorada; ni tampoco el 39, que ordenaba que el Santo Cristo que está en el púlpito se coloque en haro de hierro.

Y así, en el artículo 9 de los mandatos de 1692, se dispone que: "se cumplan los mandatos de la Visita pasada que tratan de la comunicación ilícita entre los capitulados para casarse; de la observancia de los fieles; de la tasación de entierros y decencia de hábitos con que deben andar los eclesiásticos; del aderezo de cruces ni otras imágenes en casas particulares; de la expplicación de la Doctrina Cristiana al pueblo y si cumplen y executan como en elllo se contiene y bajo las penas y censuras en ellos contenidas".

Una vez finalizada la Visita, los mandatos quedarán expuestos en la parroquia y generalmente, con un márgen de cuatro meses desde la notificación, -según indican las Instrucciones que han de observar los visitadores con quien todos tienen el deber de colaborar-, ha de mandarse a la Secretaría de Cámara copia de los Mandatos de Visita, anotando al margen si se han cumplido o se van cumpliendo y los que no por qué razón dejan de cumplirse, ya que las Instrucciones indican que se obligue a su acatamiento.

III.-La Documentación.

De todo queda constancia en los Libros de Visitas Pastorales, aunque nuestra fuente adolece de cierta parcialidad al estar condicionada por el carácter y la subjetividad del visitador, a pesar de que la objetividad estará recomendada siempre en las Constituciones Sinodales y en las Instrucciones de los visitadores. Los informes están condicionados por el carácter del visitador, moldeados por Trento, sin duda, pero modelados después por el punto de vista, juicios y criterios de los distintos visitadores.

Añadiremos cierta "indiscreción" que reseña nombres, apellidos, apodos, incluso características físicas que identifican a los sujetos en cuestión, como en el informe de 1698 en que se nos describe al mayordomo de fábrica como "zampo de ambos pies".

Generalmente no suele encontrarse en un Libro toda la documentación generada con motivo de la Visita, y además ciertos casos llegan al obispo por la via reservada del pliego secreto. Por otra parte, la documentación que no se encuentra encuadernada en los Libros de Visitas, que complementa a la anterior, y completa el fondo que constituye la serie Visitas Pastorales, y que encontraremos hoy ordenada, signaturada y enlegajada en diecisiete unidades de instalación.

La documentación contenida en el Archivo General del Arzobispado relativa a Visitas Pastorales va del siglo XVI hasta fines del XIX. La serie está constituida por 17 legajos y 82 libros de Visitas Pastorales encuadernados en pergamino.

En estos informes, realizados generalmente por notarios apostólicos, aparecen con frecuencia extractillos sobre el margen que agilizaban la información y reflejan la evolución o el desenlace de los distintos casos.

Veremos distintos tipos documentales, alguno difícil de encontrar aunque muy aludido en los informes, nos referimos al edicto de convocatoria; encontraremos además entre las resultas de visitas los edictos de pecados públicos; oficios de remisión y cartas anunciando el envío de pliegos secretos; los pliegos secretos, de laicos, de eclesiásticos, o de ambos a un tiempo; las carta informes al prelado, a la que suelen acompañar siendo a veces inherentes a la misma los informes sobre jurisdicción y señorío, escrutinio del pueblo, informes de escándalos y pecados públicos, informes o escrutinio de eclesiásticos, informes de conventos, hospitales, hermandades y cofradías; cuentas de fábrica; alcances de capellanías y patronatos; colecturía.

Los asuntos escabrosos se resuelven por vía secreta y directa al prelado, utilizando los así mismos llamados "Pliegos Secretos", procedimiento seguido para salvaguardar la intimidad de los individuos, así como para la enmienda de conductas en orden a que no se resienta la moral colectiva. Ultimamente han sido controlados buen número de estos Pliegos, que aparecieron en el Archivo General del Arzobispado aún por inventariar.

En las Actas aparecerá el estudio de los distintos formularios y la información que de ellos se desprende.


IV.-Jurisdicción y Señorío.

De las tres veredas en las que estaba dividida la jurisdicción arzobispal: Banda Morisca, Ecija y la Sierra de Cazalla, y Condado de Niebla, Encinasola se integra en la última de las tres, y dependía directamente de Sevilla, hasta que en 1954 se crea el obispado de Huelva, durante el episcopado del cardenal Segura y Sáenz, a partir de este momento pasará a depender del nuevo obispado.

Por los informes sabemos que en las dos últimas décadas del siglo XVII y principios del siglo XVIII, la población está entre los 550 y los 560 vecinos, y en 1730 cuenta con 700 vecinos, como confirman "las varas de la ciudad de Sevilla, de quien pende toda la jurisdicción de esta Justicia; ay mitad de oficios y alcalde del estado noble y villano, aunque oy está en depósito la primera vara.

Es lugar pobre, sin otros frutos que labor, enzinales y crianza de ganados, ni ay caudal sobresaliente". El pueblo "es copioso y la cosecha regular es trigo y cebada, y no suele ser copiosa; cógese tambien algo de centeno; compónese de pocos caudales a que aiuda la crianza de ganado de cerda con la ocasión de una dilatada dehessa común a esta villa, la de Aroche y en Portugal, la villa de Mora, la qual llaman"La Contienda"; además de la cría de puercos, ayuda a la economía de Encinasola los tratos de feria que se hacen en "La Contienda".

Y, aunque en esta villa no deja de haber muchos pobres jornaleros, la mayoría tienen un modesto caudal, y alguno asciende a 12.000, 10.000, a 8.000, 5.000 y 3.000 ducados de patrimonio. Los naturales son toscos y pendenciosos por lo regular según el parecer de los visitadores.

Los principales propietarios son el 1698, D. Bartolomé López Boza, cuyo caudal asciende a 160 ducados; Benito Gómez Belasco, con 100 ducados; Joan Gómez Dorado, 60 ducados; Andrés Díaz Domínguez, 40 ducados.

Los "principales de público y de inteligencia" son Joan García Boza, alcalde del estado noble; el regidor FranciscoPérez Domínguez y Josph de Castro, escribano. Y estos dos últimos son hombres de santíssima intención, virtuosos y celosos de la yglesia y su culto".



V.-La Iglesia y sus dependencias. La Fábrica parroquial.

Los Libros de Visitas inventarian el patrimonio mueble e inmueble parroquial, y los mandatos orientarán sus reformas a mejorar el aspecto, respeto, devoción, seguridad y funcionalidad.

1.-El ajuar.

En lo referente a ajuar, los Mandatos de Visita se encaminan siempre a dignificar los distintos instrumentos de culto. Se cuidan los materiales, el aspecto es algo fundamental que para dignificar se atiende con detalle.

Pero, aunque suele -con mucha frecuencia- aparecer la expresión "con decencia", refiriéndose al estado de pulcritud y cuidado en que el visitador encontraba la iglesia y sus dependencias, nunca sabremos en realidad si tanto esmero respondía solamente al acontecimiento periódico de la Visita Pastoral y a la mirada fiscalizadora del visitador, ó efectivamente se respetaba de forma habitual la pulcritud que debía ser expresión de amor y temor a Dios.

El legajo 1339 es rico en informes sobre ajuar mueble de la parroquial de Encinasola, desde su mandato 2º al 19º nos refiere una larga relación de detalles:

"...2.-Iten que en la caxilla que se lleva de secreto a Ntro. Sr. a los enfermos, se le ponga la tapa de afuera un geroglífico que denote estar allí su Diuina Magestad.

3.-Yten que la cera que se gasta en el altar mayor sea blanca y no amarilla para mayor decencia.

4.-Yten que la tapa de la pila baptismal por debajo se forre de lienzo pintado al óleo y algunas flores que lo hermoseen.

5.-Yten que el forro de seda que está sobre la tapa de la pila se asegure y clauen en ella de suerte que no se pueda quitar y a la badana se lebarán sus caídas más largas que tapen las de seda.

6.-Yten que el sumidero que hay en la pila baptismal se tape y solo sirva el de la tapa que hay en medio para que caiga el agua de la cabeza del baptizado dentro de dicha taza, y que el botón de piedra tenga espiga que sierre de suerte que no suban inmundicias.


A juzgar por el mandato 4º de 1666, la lencería parroquial se renueva en este año, pues se habrán de hacer tres albas y dos tablas de manteles para el altar mayor; se comprarán tres tafetanes negros para cálices y dos blancos, otros dos dorados y tres morados; dos bolsas, una blanca y otra morada; una casulla negra, dos blancas y otras dos moradas, que de ser de seda, serán de tafetán doble y no de otro género; una toalla blanca de tafetán para los hombros y dos dalmáticas blancas y otras dos doradas de la tela de las casullas.

En cuanto a:

2.-Obras y materiales.

Según las Constituciones Sinodales, las obras de las iglesias se encargarán "a cada oficial de su oficio"; los oficiales contratados no las traspasarán a otros; y habrá de tenerse en cuenta que no se hará ninguna obra nin contar al menos con la cuarta parte del dinero que ha de costar.

Los materiales han de ser lo más noble posible, siempre que se pueda la plata se sobredorará, si es que la pieza sagrada no puede ser de oro. Será el mármol la piedra recomendada para las pilas bautismales.

En cuanto a tejidos, los preferidos serán la seda, damasco y tafetán. Así, en el mandato 9º de la Visita de 1703 se ordenará hacer dos prendas de damasco, una casulla blanca y otra capa de color carmesí.

El estilo y las formas se cuidarán y se acomodarán lo más posible al uso de las distintas piezas, de esta manera veremos como se procurá que sean sustituidas las tazas para bautizar por conchas, cuya hechura se considera más decente para el ministerio.

Los mandatos dan noticia también de la carencia o abundancia de ornamentos y objetos de culto sagrado; frecuentemente se ordena la reforma o la fusión de varios para la confección de otro nuevo, más útil a los ojos del visitador. De igual forma, veremos amenudo indicar que se grave la imagen del Santísimo Sacramento, devoción que en el barroco alcanzará gran fuerza. Por ejemplo, ya en 1692 se había ordenado "que en la cajilla que se lleua de secreto a Nuestro Señor a los enfermos se ponga en la tapa de afuera un gerogífico que denote estar allí su Divina Magestad".


En cuanto al:

5.-El Organo.

Tras la inspección de 1666 se decreta que el órgano se aderece con todo lo necesario para que quede listo para su uso en la iglesia, "con ladrillo nuevos en esta conformidad, que como se abrieren para enterrar algún cuerpo, se vuelban a solar, los dichos ladrillos nuevos, comprándolos para ello, pagándolos con los derechos que se pagan y así mismo se pongan unas puertas nuevas en la portada que está al lado, junto a la torre. Se le da de tiempo al mayordomo para que lo cumpla un año y medio. So pena, se informará al provisor o a otro juez competente".

El cura propio, transcurridos los cuatro meses de precepto para informar a la Secretaría de Cámara sobre el cumplimiento o incumplimiento de los mandatos, dirá que el órgano sigue descompuesto y no se toca, como hace dos meses; y el mayordomo lo ha entregado a una persona que no lo entiende para que lo aderece "y tengo por cierto lo acabará de descomponer", asevera el párroco. La iglesia no se sola con ladrillos nuevos, está toda solada con pedazos; y las puertas no se han hecho ni mandado hacer.


7.-El Archivo.

La inspección al archivo y a los registros sacramentales está prevista también, y es en este apartado de las resultas de Visitas Pastorales donde se ven los efectos de las primeras normativas de archivo, contempladas ya en las Sinodales, y en las Instrucciones a los Visitadores, que inciden sobre ordenación, conservación, custodia de los fondos, ubicación en lugar seguro a salvo de roedores y la humedad.

En el mandato 6º de la Visita del año de 1703 se decreta que el cura de la parroquial restituya los Libros de Bautismos y Velaciones, que hasta el momento tuvo en su casa, al lugar que tienen en el baptisterio, de adonde no los sacará so pena de excomunión mayor; e inmediatamente que se celebre el bautismo, desposorio o velaciones asentará las partidas.

Y en el mandato 7º "Que el dicho cura, assímismo pena de excomunión maior, no entregue la vna llaue que guarda del archiuo al mayordomo de fábrica, que tiene otra, ni de este reziua la suia por gran satisfación que de él tenga, para ver o sacar algún papel o scriptura; y ambos a dos precisamente concurran, y quando por enfermedad v otro impedimento sea difícil el concurso de ambos, assí el vno como el otro la entregarán a otra persona de su satisfación, de manera que ambas llaues numca paren en vna mano.

Tambien ordena el visitador que se compren dos misales y un breviario grande para el coro y que los libros de canto se lleuen a componer y aderezar a la ciudad de Seuilla.


8.-Los Alcances de Fábrica.

Las tomas de cuentas a la fábrica parroquial expresan renta y obligaciones, ingresos y gastos. Entrarán a favor de la fábrica los ingresos por venta de granos, diezmos, novenos, ingresos de sepulturas...; y por su parte, las arcas parroquiales han de asistir a ciertos gastos y obligaciones como los derechos de Visitas, salarios de sacritán, mayordomo, organista, mozos de coro; lavar la ropa, barrer la iglesia, "rexir el relox", "salario de luminaria"; leña para hacer Ostias; gastos de vino, aceite, incienso y cera; subsidio y excusado; solado de sepulturas, vestuario, gasto de maitines, memoria de misas, gastos de Semana Santa.

El tanteo de la renta y obligaciones de la villa de Encinasola en 1703 nos revela que la fábrica tiene de renta corriente cada año 67.078 maravedís. Los gastos de pan vendido por quinquenio cada año ascienden a 20.589; maravedís pontificales por quinquenio 35.570; ingreso de sepulturas por quinquenio 16.249. La renta anual es ahora de 139.486 maravedís.

En cuanto a obligaciones, en ayudas de costa cada año se gastan 2.788 maravedís; en salarios de ministros 27.942 anualmente; los gastos de Semana Santa ascienden a 3.073; los de gasto de aceite 4.881; en concepto de cera 11.543; de vino 4.598.
Las memorias del cargo de la fábrica ascienden a 10.893 maravedís; el salario de mayordomo y derechos de Visita 6.084. El total asciende, por tanto, a 71.802 maravedís.

Quedan 67.684 maravedís para gastos que no tiene regulación como son plata, ornamentos, aderezo del órgano, reloj, costas de pleitos, albañilería, carpintería hierro y cerrajero y otros gastos menores.


VI.-El Personal de la Fábrica Parroquial.

También encontraremos referencias a organistas, sacristanes, sochantres y mayordomos de la fábrica parroquial, el modo en que se conducen y cumplen con sus funciones. Estos temas aparecerán publicados en Actas, así como noticias sobre la administración de la fábrica parroquial; nombramientos de mayordomos, etc.


Se inspeccionan también ermitas, conventos, hospicios y hospitales, indicándose advocación, ubicación, materiales, planta, puertas, altares, breves descripciones de imágenes, noticias sobre su renta, ermitaño y administrador, estado de conservación, a cargo de quien están. / Si se trata de hospitales, si su función es sanitaria, hospitalaria, o ambas a la vez.


VII.-Las Ermitas.

Antes de 1730 los informes de los visitadores no revelan niguna información sobre las ermitas de Encinasola. Dada la parquedad de noticias que ofrece la serie Visitas Pastorales con respecto a las ermitas de Encinasola, y dado el interés de los organizadores de estas XI Jornadas sobre Jornadas de Patrinonio de la Sierra de Huelva y de los vecinos y estudiosos de la Historia de esta localidad de Encinasola, para ampliar conocimientos y agotar posibilidades, se impone otra búsqueda.

¿Qué es lo que queda sobre Encinasola en la serie Priorato de Ermita?. Podemos decir que bien poco, no olvidemos que con la creación de un nuevo obispado su documentación sale del arzobispado para la nueva diócesis, siguiendo las indicaciones que se marcan nada más y nada menos que desde Roma.

El tema exige replanteamiento. "Su documentación". ¿En qué medida podemos llamarla así?. Es inherente a la ciencia Archivística el respeto al origen de procedencia de la documentación; según esto, la documentación debería quedar en el lugar en que se generaron los documentos. Menos mal que los Libros de Visitas están encuadernados en pergamino, y aunque se quiera respetar la orden de transferencia se impone el respeto al documento mismo.

Sin más remedio habrá que asomarse a Priorato de Ermitas. Por desgracia, tampoco aquí hay mucha documentación referida a Encinasola. Solo quedaría pués, investigar el fondo de Asuntos Despachados, indiferente general en el que cronológicamente podemos encontrarnos de todo, pues se trata un fondo de depósito que se encuentra en el Archivo, casi virgen, a incorporar en las distintas secciones y series del Archivo General Arzobispal.


Los Libros de Visitas Pastorales nos descubren el esquema vertebrador de la Iglesia en esta archidiócesis, ya que en ellos se encuentran cosidos los informes que resultaron de las Visitas realizadas a los distintos lugares de la geografía eclesiástica bajo esta jurisdicción; inspecciones ordenadas desde la cabeza del arzobispado, el arzobispo; realizadas algunas sí y otras no por delegación del prelado en un ministro, el visitador; y tramitado todo através de un órgano interno de Palacio, la Secretaría de Cámara y Gobierno.


Primero hablaremos sobre lo que nos podemos encontrar en los Libros de Visitas Pastorales. El año 1730 nos descubre tres ermitas en esta villa, la del Espíritu Santo, muy pobre, su altar tiene incensario para el santo sacrificio de la misa; no tiene misal, que se trae para la celebración desde la parroquia; "cuida de su aseo una buena mujer" y no tiene más rentas que la corta limosna de la hermandad. De esta ermita sale en procesión nocturna el Santo Rosario.

La Ermita de San Juan, tambien muy pobre, está situada "fuera del lugar corto trecho", está bien reparada y con lo necesario para celebrar el santo sacrificio de la misa. Está al cuidado de Miguel González Romero, hombre celoso y devoto que es el sacristán menor de la iglesia. En esta ermita tiene su sede la Cofradía del Señor San Juan.

La Ermita de los Santos Mártires se reedifica en alberca en el momento de la Visita, aunque la obra está parada hace años ya que no cuenta más que con la limosna voluntaria de los fieles.

Del estudio de las Resultas de Visitas a las cofradías se desprende que la Cofradía de la Veracruz tiene sede en la parroquial, pero estudiando sus cuentas vemos que uno de los destinos de sus fondos es la reedificación de su ermita.

Por su parte, la Cofradía de Nuestra Señora de Rocamador tiene sede en su ermita; y lo mismo pasa con la Cofradía de Nuestra Señora de las Flores, que tiene sede en su ermita tambien.


Aparte de la documentación que nos ofrecen las Visitas Pastorales, entre los documentos que conserva el arzobispado sobre los trámites con el prior de ermitas encontramos encuadernado en pergamino aprovechando un libro de coro y escrito con letra gótica, un "Libro de quentas de la mayordomía de Nuestra Señora de Flores desta villa de Enzinasola", en pergamino en mal estado de conservación con broche de cuero y solapa, datado en "1589. Començáronse las cuentas de la ermita de Nuestra Señora de Flores desta villa de Enzinasola siendo mayordomo Miguel Flores. año de 1589".

El libro empieza el 30 de abril de 1589 declarando a la Cofradía perteneciente a la diócesis de Sevilla y Ermita de Nuestra Señora de Flores; y estando presentes su alcalde, Andrés Pérez de Hernando Pérez; prioste, Pedro Gutiérrez y mayordomo, Alonso López, se toman cuentas a Miguel Flores, mayordomo desde 1588, en presencia de muchos hermanos y muestra seis copias de mandas y carne del toro, cosas vendidas y limosnas.

El mismo libro contiene tambien un "Ynventario de los bienes de Nuestra Señora de Flores" que comienza de la siguiente forma:

"En el nombre de Dios Todopoderoso y de la Gloriosa Virgen María, Señora y Abogada Nuestra.

En la villa de Enzinasola en tres días del mes de mayo de 1589, día de la Invençión de la Cruz, estando en las casas de morada de Miguel Flores, mayordomo que fue del año próximo pasado, estando presentes Andrés Pérez, alcalde de la dicha cofradía y Bernardo Pérez, y Juan Rodríguez, hermano; y otros hermanos en presencia de mí el presente escribano, se hizo ynventario de los bienes y hazienda que dicho Miguel Flores da entrega de la deicha Cofradía de Nuestra Señora de Flores a Alonso López, mayordomo que al presente es, los quales son los syguientes:"

.-Una corona de plata con su caja
.-un cáliz de plata con su caja
.-el arca en que guarda la ropa con su llave
.-una camisa guarnecida de oro
.-una gorguera guarnecida de oro
.-una gorguera de red
.-cinco gorgueras y en ellas una vieja.
.-un tocado con oro y una sobretoca
.-un tocado de seda y una migala
.-dos sobrerropas de damasco, una azul y la otra amarilla

... EL INVENTARIO APARECE PUBLICADO EN ACTAS


El libro llega hasta 1680, y contien inventarios y cuentas, por las que sabemos que en 1590 se venden cinco trajes, que en 1591 se vende un toro, que en 1592 se hace inventario de las ropas y las joyas...

Existen otros dos documentos más en Priorato de Ermitas relativos a Nuestra Señora de Flores. De 1784 unos "autos de hasimientos para el remate de unas tierras propias de Nuestra Señora de Flores, cita en su hermita de este título de la villa de Ensinasola a renta temporal, que se remiten en consulta y se mandaron [retener] ante el señor prior de las hermitas deste arzobispado, secretaría y notaría del priorato"; y de 1787, "autos a instancia del Consejo, Justicia y Regimiento de la villa de Ençinasola, sobre el derecho de patronato de la ermita de Nuestra Señora de Flores por la Hermandad del mismo título, cita en ella, sobre nombramiento y posesión de un hermitaño".

De 1747 data un expediente de "justificación fecha en la villa de Encinasola pertenesiente a la Hermita de Señor San Pedro que llaman de La Contienda, por D. Antonio de Mena, notario reseptor".

Al parecer la ermita de San Pedro, que por el lugar de su ubicación, La Contienda, lleva este sobre nombre, se reedificó hace dieciseis años a instancias del hermano José Bonifacio y con licencia del arzobispo y en ella se colocó la imágen de la Divina Pastora. La fecha coincide como vemos con la reedificación de la ermita en la que tenía su sede la Cofradía de la Veracruz.

Según reza en el documento "...desde su primera creación y hermandad erigida por los vecinos de esta villa, la que siempre se visitó por los señores visitadores entre las demás que se hallan en el término desta villa y como tal se declaró tocar y pertenecer dichos diezmos a esta parroquia...". Pero los beneficiados de Aroche intentan el cobro a los diezmos de La Contienda.

Los ermitaños están empadronados en la Parroquia de San Andrés Apóstol de la villa de Encinasola para el cumplimiento con la Iglesia, y siempre habían cumplido fieles y pagado los diezmos que se causan en dicho lugar a la parroquia de Encinasola.

Encinasola justifica la posesión de la ermita y su territorio desde su fundación, y después, haberla reedificado; y tenido en ella capellán propio de la parroquia, con asistencia personal. Y así, se declararon los diezmos pertenecientes a la parroquial de Encinasola.

El prior de ermitas comisiona a D. Antonio de Mena para que pase a las villas de Aroche y Encinasola y requiera a los administradores, mayordomos, ermitaños o caseros de las ermitas de dichas villa, sus términos y jurisdicciones para tomarles cuenta de los bienes, posesiones y limosnas; para hacer inventario general de bienes y alhajas; reconocer el estado de conservación y los reparos que necesiten. Se le da poder al notario para que justifique en ambas villas en qué jurisdicción debe estar la ermita de San Pedro de La Contienda, examinando los testigos que por parte de los administradores se presentasen. El sueldo del notario será de dieciocho reales de vellón diarios.

Las declaraciones de los testigos confirman que las justicias de la villa de Aroche habían encarcelado al hermano Martín, ermitaño, y le habían embargado todos los bienes que allí tenía. Las declaraciones revelan que sus bienes eran dos jumentos, una escopeta, catorce fanegas de trigo, tres o cuatro de cebada, algunos faisanes, catroce bacalaos, un poco de lienzo, tres pares de zapatos nuevos, seis llaveros o aceiteros de campo, alguna porción de higos y pasas y ochenta y un reales de vellón en efectivo. Sobre este caso no aparece nada más.

Por último, del año 1776 se conserva un documento intitulado por D. Antonio Moreno, prebítero, prior de ermitas, dignidad y canónigo de la catedral de Sevilla, a cuyo cargo está la perpétua administración, régimen y superintendencia de todas las ermitas del arzobispado, frutos, rentas, etc. Por cuanto por parte del capellán real de S.M., retirado a la plana mayor de esta ciudad se ha hecho relación de que en Encinasola existe una ermita
con el título de los Santos Mártires, en total ruina. Dado el celo y devoción del pueblo a la ermita; y sus titulares concurrieron con limosnas y trabajo personal a su reedificación; y se llevaron a cabo en dicha ermita seis capillas para mayor adorno, con la idea de que cada eclesiástico del pueblo se hiciese cargo de una de ellas; para que así, sin costo, que no había de donde sacarlo, fuesen adornadas de cuanto fuese posible.
Una de ella le tocó al capellán propio de la parroquial de la villa de Encinasola, en ella había un retablo de nueva talla dedicado a la Virgen del Carmen; a sus lados, San Joaquín y Santa Ana, San José y San Andrés, San Francisco de Paula y el Santo Angel de la Guarda, San Mamed y San Felipe Neri. Todo en lienzo y de escultura, y siendo todos santos de su devoción, lo costeó por sí solo, como tambien los ornamentos, ajuar y todo lo necesario para el culto y la celebración de la misa.

Por todo ello, había solicitado el capellán el título de patrono de la misma capilla y advocación, de sus limosnas, frutos y rentas para sí y sus sucesores, quedando obligado a sus reparos y mejoras. Y esto es lo que en este documento se le viene a conceder, el prior de ermitas, con autoridad apostólica suscribe el documento en Sevilla el 11 de mayo de 1776.


VIII. Los Hospitales y la Cárcel.

En cuanto a Hospital y cárcel, es escasísima la información que los Libros de Visitas nos ofrecen al respecto. Las Resultas de 1730 nos revelan que una casa de la que es patrono el concejo de la villa está destinada a hospicio y abrigo de los pobres, pero no parece tener renta alguna.

Las Instrucciones recomendarán a los visitadores que hagan "ynquisición de cómo se trata a los enfermos", que podrá aplicarse en casos como el que nos ocupa a transeuntes, pasajeros o viandantes.

Además, el visitador tiene otro cometido, la inspección de las cárceles, aunque la información sobre este punto es parquísima.

El prelado por medio de las Instrucciones comete al visitador para que le informe de la existencia de reos o "miserables personas tenidas en ellas por mucho tiempo", para estar al tanto de lo que necesitan para su remedio y salir de la prisión. Los informes sobre este particular suelen limitarse a breves noticias que identifican casos y reos, dentro del apartado de escándalos y pecados públicos.



IX.-El Pueblo.

Vamos a entrar de lleno en la Visitatio Hominun, es decir, la Visita a las personal, aunque es escrutinio del personal de la fábrica parroquial del que ya hemos tratado tambien podíamos haberlo incluido en este apartado.

Los Libros de Visitas reflejan la vida y costumbres tanto de las personas relevantes de la villa, como del común de los vecinos. Desfilarán ante nosotros las autoridades; el maestro de gramática; el maestro de niños; la maestra de niñas, que cuidará no enseñar a leer conjuntamente a niños y niñas "por seguirse de esto graues inconbenientes";

En 1698 hay dos maestros de niños, que son Luís Vázquez y Joan Domínguez García. Enseñan a leer, escribir y algo de cantar; no tienen título pero sí tienen buena educación en Doctrina Cristiana. No hay maestra de niñas.

El maestro de escuela lo es en 1707 Juan Domínguez García, que enseña razonablemente a escribir y algo a contar; y pone cuidado en instruir a los niños en la Doctrina Cristiana.

Los médicos, quienes habrán de acatar los decretos apostólicos y prevenir a los enfermos que han de recibir los santos sacramentos.

Dice el visitador en la Inspección de 1703: "En esta villa no ai médico, cúranse con vn cirujano inteligente y de alguna experiencia, llámase Andrés Delgado y está prevenido por los curas de la obligación de mandar preuenirse con tiempo los enfermos para reziuir los santos sacramentos y testar".

Las matronas, parteras, ó comadres de parir, que han de estar bien instruidas en su oficio, y autorizadas para bautizar en caso de necesidad.

Sabemos que no hay matrona con título en 1698 y que ejerce el oficio Isabel Domínguez, de cuarenta años de edad, casada y bien instruida para administrar el Bautismo en caso de necesidad, y "aduertida en qué casos lo deue ministrar", como mandan las Constituciones Sinodales.

En 1703, tampoco hay matrona titulada: "no la ai de oficio, digo con título, pero sirue de tal Margarita Guerrera, muger casada de edad de 40 años, es poco inteligente en dicho oficio pero está bien instruida para los casos de baptismos de nezessidad".


X.-Escrutinio de Eclesiásticos.

1.-El Clero de la Villa.

Las Visitas también nos hablan del nivel moral y cultural del clero parroquial. Ya que éstos son los encargado de dar ejemplo a la comunidad, hay que asegurarse de sus aptitudes y actitudes; extender bien el brazo de la disciplina, de la sumisión al prelado y a los canones de Trento. En ésto los Mandatos de Visita serán fundamentalmente el hilo conductor, y van a recordar siempre la obligación de asistencia a vísperas, que no se administre el sacramento de la Penitencia con los guantes puestos, la asistencia a conferencias morales; el estudio de "latinidad", disciplina muy necesaria para el clérigo y muy olvidada; la explicación de la doctrina cristiana; sin que se olviden las cuestiones materiales y litúrgicas, de protocolo, de vestuario, reflejos del amor a Dios en la tierra.

En Actas aparecerá el estudio realizado sobre el clero. Dado el gran volumen de información que nos ofrece este campo ha sido necesario acotar temporalmente entre 1685 y 1703. Estos cuadros son un extracto de lo que nos podemos encontrar sobre escrutinio de eclesiásticos.

XI.-Escándalos y Pecados Públicos.

Mención especial merece el apartado que las informaciones reservan a los escándalos y pecados públicos, pasarela por la que desfilan vivencias, conductas, vicios y faltas de la comunidad, aunque los asuntos escabrosos y comprometidos se traten con el prelado mediante la vía reservada del Pliego Secreto, que si bien nunca aparece formando parte de los Libros de Visitas, pues se supone pasaban al Archivo Secreto, en 1994 descubí buen número de estos informes secretos entre la documentación por inventariar del Archivo General del Arzobispado de Sevilla, con lo que la serie Visitas viene a enriquecerse considerablemente.

El pecador público es pues el individuo que ha cometido un crimen notorio, por la evidencia del hecho; por una sentencia eclesiástica, ó civil; ó por la confesión propia del "criminal". Públicamente ha de expiar su culpa, aunque la heregía y algunas otras faltas pueden expiarse secretamente si las infracciones no han tenido publicidad.

Las Resultas de 1685, nos informan que no hay divorcios ni escándalos en la parroquia; al parecer en estos años los vecinos de Encinasola no tenían tiempo para infracciones, habiéndose de centrar más en cuestiones de supervivencia que en otra cosa, pues -según palabras del visitador-, "antes sí, está tan mortificada la carne en estos paises por la grande falta de mantenimientos, muchos lástimas de necesidades por esta parte, sin auer ninguno que pueda remediar las suias; me insinuaron e informaron muchas personas y ió que las ueo en las cumbres y demás lugares de estas partes, tanto por las faltas de la cosecha que fue por aquí la más esteril que se ha conoçido como por la general del dinero y moneda".

En 1698 sabemos que Francisco Martín Tintero está amancebado con Beatriz Centena, mujer de Manuel García, portugués; y que Melchora, esclava de Andrés Díes Domínguez, parió hace dos años "y aunque huuo alguna presunción del licenciado Francisco Domínguez, no tiene más fundamento que el de frecuentar asta aquí entrar en casa de su tío carnal, Andrés Díaz Domínguez, de quien supe ser acaso otro el sugeto con algún maior fundamento, que fue un mozo mesonero que llaman "El Abentajado", de quien se le alló a la dicha esclava una caja que el cura"le devolvió de orden de Andrés Díaz, quien la castigó; desde entonces, se asegura al visitador que la esclava no recayó en ninguna otra flaqueza apercibida por su año de que de lo contrario la entregará al arzobispo o la venderá al instante. La "christiandad"del amo es de todo el crédito del ministro visitador.

Con respecto al mozo, ya no vive en Encinasola en el momento de la Visita. Y Melchora, por su parte, nunca declaró ser "El Abentajado"el padre de la criatura; cuando fue preguntada se limitó a asegurar no ser posible identificar al sujeto.

El resto de los escándalos aparecerán publicados en ACTAS.


XII.-Beneficencia, Fundaciones y Devoción.

El apartado dedicado a la Beneficencia, Fundaciones y Devoción, tambien aparecerá tratado con más detenimiento en Actas. Solo decir, por lo que respecta a Capellanías y Patronatos, que el visitador se informa sobre las capellanías y memorias fundadas en la Villa, sobre la colecturía de testamentos y abintestatos; quien es el fundador, a cargo de quien está, si está vacante, quien es su capellán o su administrador. Se inspeccionan rentas, y gestión de administradores, y de los alcances que resultan se remites testimonio a la Colecturía General del Arzobispado.

La capellanía era una fundación perpétua con el respaldo del patrimonio del fundador, un vínculo creado en vida del fundador o tras la lectura del testamento, que suponía un ejercicio de piedad y una dotación económica que daba derecho a percibir ciertos frutos a cambio de cumplir con ciertas cargas espirituales sinónimas de culto divino, remisión de pecados, sufragios por los difuntos y otras obras pías.

Entre los objetivos de los patronatos estarán la dotación de parientas del fundador, dotes a doncellas huérfanas, misas, vestir a niños, repartir trigo y pan a los pobres, redención de cautivos, pagar al preceptor de gramática, décima y derechos de Visitas. Tendremos también muestras de algún patrono indiano; muestras también de administradores que eluden las tomas de cuentas, siendo en cambio otros ejemplo de claridad y buen gobierno. Contra los de probada dudosa administración en Visita se procede deponiendo al antiguo y nombrando nuevo administrador. Suelen aparecer con la documentación traslado de las escrituras de obligación por medio de las cuales los nuevos administradores aceptan el cometido.

El tema es ámplio y no nos detendremos más. Este cuadro está confeccionado sobre los datos que afloran de la Visita de 1685.


XIII.-Hermandades y Cofradías.

Muestras de la religiosidad y de las devociones populares tenemos, más que de sobra, cuando nos detenemos en el aspecto cofrade de Encinasola.

Las Hermandades serán una manifestación más de la devoción popular, asociaciones de fieles con fines religioso-benéficos-asistenciales bajo la jurisdicción eclesiástica, con reglas o estatutos que ha de aprobar el provisor del Arzobispado.

Se informará quien es el hermano mayor, rentas y limosnas anuales, cómo se distribuyen, número de misas... En cuanto a toma de cuentas, no se admitirán por descargo los gastos superfluos ni los pagos por corridas de toros, ni representación de comedias.


Entre sus gastos están lo destinado a memorias de misas cantadas y rezadas por los hermanos difuntos, fiestas, misas, funcies, limosnas, cera, salario del muñidor, "desencia del culto", y derechos de cuentas, que se toman al mayordomo.


Las Resultas de Visitas a las cofradías de Encinasola nos hablan de las cofradías del Santísimo Rosario, con sede en la parroquial; como la Santa Veracruz, Benditas Animas, San Juan Bautista y Santísimo Sacramento.

La procesión del Rosario, que sale de la Ermita del Espíritu Santo; Ntra. Sra. de Flores, tiene su sede en su ermita; Ntra. Sra. de Rocamador, con sede en su ermita; y la cofradía del Señor San Juan, con sede en su ermita también.
Artículo “Encinasola en la Visita Pastoral”, XI Jornadas de Patrimonio de la Sierra de Huelva. Actas Excma. Diputación Provincial de Huelva, Marzo de 1996.