sábado, 14 de noviembre de 2009

Hermandad de Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores. Iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza. MARINALEDA.











La antigúedad de esta corporación de fieles se pierde en los tiempos pero no existen más que los datos que nos revela la tradición oral de una devoción a Jesús Nazareno muy arraigada en el pueblo, según se dice la más antígua del lugar y que ha soportado todo tipo de abatares.

Esta corporación no tiene patrimonio documental, tampoco sus reglas están sobre el papel, aunque se piensa en la conformación del espíritu cofrade con el Decreto sobre Hermandades y Cofradías del Arzobispado de Sevilla de 1985.








La actividad de la Hermandad se circunscribe prácticamente a los días de Semana Santa. Las imágenes siguen en su vestir el año litúrgico, es algo que cuida con esmero la camarera, que lo es por devoción y por tradición familiar, Concepción de Juan Martos, asistida de las demás hermanas, -hijas y esposas de los hermanos cofrades- que tambien se ocupan de las imágenes y enseres de la Hermandad.

Normalmente, en asamblea, se deciden los cargos, quien llevará las cuentas anuales, quien será el hermano mayor; anualmente rota el cargo de hermano mayor, siendo Juan Barea el último que ostentó este cargo el pasado año de 1995.

Algunos años la Hermandad no ha tenido medios para salir en procesión en Semana Santa dada la humildad de la Cofradía y el reducido número de hermanos y de vecinos con que cuenta el pueblo. En la actualidad cada hermano contribuye con una cuota anual que asciende a mil pesetas, y para sanear la economía la corporación recurre a rifas de objetos donados que suelen ser imágenes.

Ultimamente, según el antíguo hermano mayor, la corporación recobra fuerza de tiempos pasados y las salidas procesionales se

hacen con mayor orden y seriedad.

La adhesión a la corporación es bien sencilla, el aspirante hablará con los hermanos comunicándoles su deseo, quedará inscrito en listas y empezará a contribuir con su cuota anual. No existen libros de hermanos sino listas anuales que se exponen cada Cuaresma; en "cuartelillo" se presenta el estado de cuentas y se hace "un arroz", una comida de hermandad.

Tradicionalmente los primeros viernes de cada mes se dedica una misa por los cofrades difuntos.

Antiguamente se escenificaba la Pasión, salían "los romanos" y la vida en Semana Santa era sensiblemente distinta a como es en la actualidad. Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores procesionan el Viernes Santo, treinta nazarenos son los que hoy acompañan al paso con hábito morado, capa blanca y cíngulo dorado; y siguen el cortejo procesional las señoras devotas, de luto, luciendo mantilla.


Las imágenes salen en procesión y visten todo el año "con decencia" pero sin lujo alguno. Podemos decir que la principal característica es la devoción y la austeridad. Procesionan con una banda de música que en ocasiones ha sido "Los Romanos" de Herrera.

El templo parroquial, sede de la Hermandad, recientemente ha sufrido obras y remodelaciones; nada más entrar en el templo se advierte han debido ser muchas a lo largo de los siglos. De traza mudéjar y planta rectangular, poco conserva de sus orígenes; de entre las adiciones que se han hecho a lo largo de la historia mencionaremos, en el interior del templo, el friso neoclásico con triglifos y metopas que separa el primer cuerpo del segundo de ventanales que dan gran claridad al pequeño templo con cubierta a dos aguas. El antíguo artesonado mudéjar de madera con casetones ha sido, tras la restauración, sustituido por un techo de modernas planchas blancas rectangulares de escayola.

El altar mayor está coronado por una ámplia bóveda, hasta hace algunos años estuvo presidido por la imágen de Nuestro Padre Jesús Nazareno que ha sido sustituida por una austera cruz arbórea, sobre la cual una escultura de bulto redondo bendice y señala su pecho mostrando el Corazón de Jesús desde un pedestal en forma de nube. A ambos lados de la cruz hornacinas vacías.

En el lado de la Epístola, la Virgen del Carmen en una hornacina, retablillo dedicado a la Inmaculada y camarín de San Nicolás, en cuyo libro podemos leer:"Ante omnia fratres carisimi diligatur Deus de inde proximus quia ista praecepta sunt principaliter notris data haec igitur sunt quae ut observatis praequepimus (Ex regula San Agustín)"; corona un tondo que nos ilustra:"se retocó esta santa imágen y se le erigió este altar con todos sus adornos a devoción y expensas de D. Francisco de Paula Raya, cura ecónomo de esta parroquia, año de 1845"; imágen de la Virgen de Fátima y capilla compartida por la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y por la Hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza, que tambien se utiliza como baptisterio.

La iglesia tiene coro al que se accede por una escalera de caracol de hierro de factura moderna, toda la madera desapareció de la iglesia con su restauración, solo conserva una baranda gótica pintada con pintura marrón.


En el lado del Evangelio, San José en su hornacina; la "Capilla del Sagrario", sitio tradicional de Nuestro Padre Jesús, capilla que abre en piedra un arco ojival de nervios pareados hoy dedicada al Santísimo y provisionalmente alberga al Santo Entierro, la sacristía y la patrona del templo, Nuestra Señora de la Esperanza; la Virgen de los Caminos en su hornacina en honor a la cual tiene lugar la romería; sigue altarcillo dedicado a San Antonio de Padua.

El patrimonio documental y artístico sufrió muchísimo en los sucesos de 1936, aunque nada ha llegado hasta nosotros, y por tradición los hermanos conocen el año 1775 como el de la realización de la imágen del Nazareno. La imagen, de 1'45m, se restauró en 1980, labor que realizó D. Juan Abascal, boticario, y al año siguiente, en Ecija, restauró la imágen de la Virgen D. Joaquín Ojeda, que se hizo el mismo año de 1775 que la imagen de Cristo.

Las antíguas imágenes fueron destruidas en la Guerra Civil. Las imágenes de los titulares que hoy se veneran en Marinaleda, proceden del Convento de la Victoria de Estepa. Al parecer, una hermana de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Marinaleda natural de Estepa, Conchita Toro, tía de la actual camarera, ante el abandono de la iglesia de la Victoria, donde casi todas las imágenes fueron destrozadas, excepto alguna que en aquella iglesia se refugió, -nos cuentan los hermanos "para que la historia no se pierda"-, fue quien se decidió a ir a la Iglesia de la Victoria "a pedir a Jesús y a la Virgen" para llevarselos a Marinaleda, lugar en donde ya había establecido aquella señora su residencia.

En Estepa le invitaron a solicitar permiso del Arzobispado de Sevilla para que autorizase la cesión de de imágenes; el arzobispo dió permiso y le concedió a Conchita la imágen de Jesús, la imágen de la Virgen y el retablo que hoy está en El Rubio, según afirman los hermanos de Nuestro Padre Jesús de Marinaleda. D. Manuel el cura, que compartía sus deberes pastorales con el pueblo de El Rubio, de donde era natural, se decidió por este pueblo como destino para el retablo. Aunque el marido de Dña. Concepción Toro insitió en que el retablo se instalase en Marinaleda, "para lo cual contribuiría donando él los ladrillos que fuesen necesarios para la obra" -según los vecinos de Marinaleda-; pero su deseo contó con la oposición del párroco que consiguió para la fábrica de El Rubio el retablo estepeño.

En casa de Concepción Toro se hicieron los primeros vestidos para las imágenes que ella misma confeccionó y que seguramente se costearon recolectando donativos entre los fieles; la ropa de las sagradas imágenes se ha seguido confeccionando en la familia de Concepción Toro y es ahora su sobrina -como mencionamos anteriormente- la que tiene este honor.

La imagen de Jesús Nazareno que hoy se venera en Marinaleda es una talla de brazos articulados para que pueda adoptar la postura de prendimiento o cargar la cruz, de madera, redonda y muy austera; la talla de la imágen es completa cuidando con esmero la cara, con boca entreabierta, barba en dos mechones y cejas que recuerdan la escuela de Roldán; tambien muy cuidados los pies; las manos, algo desproporcionadas parecen adiciones posteriores. La imágen parece haber sido restaurada varias veces no siempre con mucho acierto, nos consta la última de las restauraciones sufrida en 1980. Nuestro Padre Jesús tiene tallado burdamente el paño de pureza, semitallado el antebrazo, y el brazo y el hombro -articulados-, solo tienen forma. Siempre ha llevado pelo natural, no tiene debajo de la peluca pelo tallado y el sistema nuevo para acoplar las potencias hasta muy reciente ha sido mediante una diadema. Francisco Valderrama Ruiz ideó un sistema para que las potencias ofreciesen un aspecto más natural que cuando eran soportadas por la diadema, pero para que así fuera se taladró la cabeza del Nazareno.

Aunque la Hermandad es pobre, el Nazareno tiene tres túnicas de terciopelo; una morada con apliques de encajes dorados con la que a Jesús no se le ven los pies, lleva encajes de bolillo en las mangas; otra morada, con la que suele llevar cordón dorado al cuello y cíngulo dorado con cuatro cordones; y una morado cardenal con un poquito de cola, con la que los pies quedan descubiertos. Tiene corona de espinas de madera; otra de plata sobredorada, y dos juegos de potencias en plata sobredorada. Las potencias "de lujo" tienen motivos flamígeros y florales que arrancan de un círculo con decoración cordada e incrustaciones de pedrería posteriores; datan de 1980, fueron compradas en Sevilla y son las que habitualmente luce la imagen; las potencias antiguas se custodian en casa de un hermano.

La Dolorosa tiene un ajuar tambien muy humilde pero sus fieles le han obsequiado con algunos regalos como un corazón con venas talladas, puñal de oro y broche de plata que luce la imágen cotitular en su pecho. Nuestra Señora de los Dolores tiene saya y manto negro con aplique plateado con motivos florales; saya marfil con encajes de orillo, manto azul y saya roja para vestirla de hebrea con fagín a rayas y manto azul; y vestido negro con apliques bordados en plata. El corazón que lleva en el pecho y la corona de plata sobredorada data de 1980 fue realizada en el taller de orfebrería Angulo de Lucena; la empuñadura fue regalada por un donante estepeño que insiste en permanecer en el anonimato.

Los pasos son humildes y sencillos, en madera vista; y la forma en que procesionan sigue la costumbre malagueña, sobre hombros, no hay costaleros bajo el paso. El paso del Nazareno lleva cuatro faroles. La Virgen, que tiene sus manos talladas juntas, en posición orante, lleva entre ellas rosario de plata y pañuelo de seda bordado; corona de plata sobredorada y sale bajo palio negro, en cuyo frente lleva el símbolo del Ave María en oro y las imágenes de María Auxiliadora, a su derecha; y el Corazón de María con el Niño, en dos tondos uno a cada lado de la insignia. El paso tiene ocho banbalinas y seis jarras. Recientemente se encontró escondido en la talla de Nuestra Señora de los Dolores un escrito del que se pasó fotocopia a todos los hermanos que conservan como reliquia pues el único documento escrito que posee la hermandad de los nazarenos de Herrera.


Calderón Berrocal, María del Carmen "HERMANDAD DE ... MARINALEDA. Nazarenos de Sevilla / obra dirigida por José Sánchez Herrero y otros. -- Sevilla : Tartessos, D.L. 19973v. : il. col. ; 32 cm.D.L. VI. 77-1997. -- ISBN 84-7663-032-8 (o.c.)